martes, 19 de febrero de 2008


Conocemos la razón secreta, el motivo de su parricidio, el silencioso e ilusivo intento de parar las efímeras manos del tiempo. Una estrategia que no será siempre mas que una aventura destinada a fallar, y todo lo que él ha concebido es una retorcida especie de entierro que él nunca ha pensado en producir… como algo más allá yace oculto.


Enterrando al niño rápidamente, secretamente dentro de la tumba, en la apacible seguridad… de su propio ombligo, donde profundamente dormidos, esperaran el momento de la liberación y exactamente esa es la ironía. Algo más allá yace oculto.


Miedo… este es el nombre secreto, conduciendo fuerza y motivación, para su intento de parar la rueda, sí, algo más allá yace oculto. Nosotros verdaderamente conocemos la secreta razón, aún algo más allá yace oculto. El terrible asesinato, una ilusión triste… ahora algo ha de ser revelado:


Yo, tu hijo, me entierro en tu cuerpo, impacientemente, sabor prohibido, nunca admitido, conducido por los fantasmas del miedo. Refugio de ansia(s) tácita(s). No estamos preparados para este mundo, en un sueño silencioso de seguridad más oscura. Quiero retornar al útero de mi madre.

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